Este tipo de bolsas son muy faciles de coser, solo tienen el truco del giro al coserlas, eso si, y remallar por el reverso porque no llevan forro, pero todo eso nos lo explico muy bien, mi amiga Neus de Fem Detallsel primer día que nos enseño a coserlas a nuestro grupo de costura, las Megacosidores. Os animo a haceros una o dos, o varias para regalar, jejeje.
En este caso la tela es de gatos, y era para regalársela a mi hermana Noe, una amante de los meninos, cuando la compré sabia que le gustaría.
Y el mismo día también cosí estas en azul con una tela de camisería que tenía por el talleret.
Y como siempre, no pude coser solo estas 2, sino que con la tela azul cosí unas cuantas más.
Si miráis el post anterior de las que cosí, que os he puesto en el link de arriba, sabréis un poco más de la historia de estas bolsas tan monas.
Los que me conoceís sabeís que me encanta el color negro y el mostaza, son mis dos colores preferidos, y por eso este proyecto me encanto hacerlo, y aunque os lo presento un poco tarde, hace ya bastante que lo empece y lo acabe, ha estado un tiempo sin documentar en el archivo.
Compre la rafia en negro en Artipunt, una tienda de labores en Granollers, y la tela de lino en Amazon,, y con todo esto y el patrón de Fem Detalls, de mi amiga megacosidora, Neus, crocheté esta práctica bolsa que se aguanta derecha mientras puedes ver lo que contiene en su interior sin que se cierre.
Como os comentaba, muy práctica. Las combinaciones son infititas, la mía es la que os presento.
¿A que ha quedado bonita? a mi me gusta mucho como ha quedado la combinación de rafia con el lino, pero sobretodo es que es muy práctica de uso.
Animaros a tejer la vuestra, mil combinaciones os esperan.
Ni recuerdo cuanto hace que cosí estas bolsas tipo VentoBag, igual puede hacer 2 años o más.
Neus nos regaló una a cada lianta en color granate hace años, y me encantó el tipo de bolsa, nos explicó que los japoneses entregan sus regalos en este tipo de envoltorios en vez de usar papel de regalo como nosotros. La historia aún me fascino más. Y una tarde de megacosidores nos enseñó como hacerlas.
Como soy como soy, jajajaja, y cuando aprendo algo nuevo no puedo hacer solo uno, me puse con decenas de retales que tenía en casa, regalo de Anna que por aquel entonces trabajaba en una empresa de tela de camisería, corte y cosí muchas, que he ido regalando en muchos encuentros con amigas.
Este tipo de bolsas guarda-todo o porta-todo las coso muy a menudo, me sirven para muchos regalos y me encanta hacerlas, usarlas y regalarlas. Así que como las hago a menudo en este post os agrupo unas cuantas para que las veáis.
Por hoy ya no os pongo más, pero seguro que tengo guardadas fotos de más de este modelo que me es tan práctico y tengo ya muy por la mano coser.
Era una tradición para mi hacer un regalo a cada asistente en el día del amigo invisible Liantil. El año pasado no pude, pero este si o si, quería hacerles de nuevo un regalo a cada una de las participantes.
Como en alguna ocasión anterior, pensé que la bordadora era una buena opción, algunas de mis compañeras no cosen mucho y una bolsa de labores siempre va bien aunque sea para nuestros Ufos, y por otro lado ellas saben que una de mis características es que me encantan los abrazos, el contacto con las personas que aprecio y quiero, los achuchones que resetean como dice alguna amiga a la que no veo tanto, esos estrujones que me dan ánimo y me hacen reír como dice alguna otra, y tantas y tantas frases que recibo cuando los doy, por todo eso y porque me gustan, pensé en esta frase que había visto en un cuadro, y con la ayuda de Raul la pasamos a la bordadora para coserla sobre la tela de las bolsas para llevar las labores.
Corté decenas de telas para exterior e interior, aproveche la tela de lino en crudo de las cortinas que acabo de cambiar para los interiores de muchas de ellas, y la que me había sobrado de las cortinas actuales que acabo de poner en gris, y programe la máquina para empezar, bastantes veces se atascó en los ojos porque tienen muchas puntadas una encima de otra, pero poco a poco con mucha paciencia y estando cerca para ir parándola, enebrándola, y cortando hilos, pude hacer tantas como necesité, incluso muchas de ellas con los colores o la tela que sabía les iba a gustar a cada una, o por lo menos lo intenté.
Os enseño un poco como fue el proceso y como quedaron.
Aquí os muestro solo algunas de ellas….
A m i me ha encantado hacerlas para mis compañeras, pero como siempre he hecho unas cuantas mas para regalar a otras amigas cuando las veo.