Hace ya un par de años que tenía ganas de probar hacer unas sandalias de esparto.
Todo empezó porque cayo en mis manos un ejemplar de una revista mensual que ya no se edita que se llamaba Veo Veo.
Posteriormente Marta, mi compañera de Patckwork en aquel entonces, hizo unas planas de esparto y me paso sus apuntes.
Y por fin este verano en mi semana junto a mis padres en Palamos, aproveche para hacer las primeras sandalias de cuña en esparto y piel.
Inicialmente, iban a ir con caña alta, por eso en alguna foto veréis que están junto a unos patrones que hice para esa caña, pero luego decidí que irían por separado porque no vi la forma de poder unir la caña a la suela, estudiaré eso para las próximas.
A Vidina la conocí un fin de semana que vino de visita al camping invitada por nuestra amiga común Patri.
Vidina es una chica canaria muy dulce, compañera de Patri de trabajo, yo había hablado con ella por teléfono y por whatsapp por temas que no vienen al cuento aquí, pero vamos, que nos caímos bien desde el principio. A ella y su pareja, Oriol, les gusto mucho el fin de semana que pasaron con el grupo, hasta el punto que cuando acabo el fin de semana se fue a mirar caravanas para venirse al camping con el grupo. A estas alturas ya se la ha comprado.
Le enseñe las sandalias y le gustaron tanto que no pude resistirme a regalárselas. Usa el mismo número que yo, así que una vez probadas y comprobado que le iban bien, aquí os pongo algunas fotos que ella ya compartió en su facebook en su día.
Estoy muy contenta con el resultado. He aprendido mucho con este proyecto y seguro tendrán sucesoras.