Hace ya bastante tiempo que tengo este vestido empezado y ayer por fin lo acabé, como siempre con la ayuda impagable de mi profe Marina.
Aunque ya casi no me lo voy a poder poner porque es abrigadito, lo guardaré para el próximo invierno.
(disculpar a la modelo en prácticas, jeje)
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| detalle del tejido con pelito |
En otoño me compre en una tienda de la Rambla de Sabadell este vestido gris para llevar con leegins y botas.
Me gustó porque me permite disimular la barriguita, jeje.
Como era difícil encontrar otro igual de otro color, un sábado en casa se me ocurrió que podía sacar el patrón y hacerlo.
Compre las telas necesarias en negro y manos a la obra por mi cuenta y riesgo….
Cuando llegue el lunes a mi clase de costura, Marina, mi profe se echaba las manos a la cabeza por lo mucho que arriesgo con lo poco que se.
Soy así, no puedo evitarlo.
Yo ya llevaba los patrones hechos y las telas cortadas y separadas en bolsas por trozos del vestido.
Hay que contar que lleva 2 telas diferentes y que una de ellas, el forro, es de punto elástico que queda muy sujeto al cuerpo, además de que lleva volantes cosidos al punto interior.
Vamos, que fácil no era, pero yo, de cabeza a la piscina.
Este es el resultado de mi copia.
A mi me gusta mucho y creo que me ha salido bastante fiel al original, jeje,
por supuesto todo gracias a Marina, un sol de mujer.
Ahh, las mangas no las he hecho bufadas, por eso se ven diferentes.
Mi pareja me pidió un invento para cuando va en bici, su gran pasión.
Cuando lleva el casco puesto y suda, le cae por la cara el sudor y le pican los ojos.
Basandose en uno de publicidad que tenía, pero que le era poco práctico por el tipo de tejido de fibra muy fina, se le ocurrió que le hiciera uno nuevo modificando algunos defectos, Utilizamos un trozo de una tela agamuzada que teniamos de un proyecto anterior.
Lo cierto es que la tela es lo mejor de todo, es super absorvente. Es la utilizada en estas toallas que por cierto son geniales, se llaman Bubel.
Se lo llevo a su salida de 4 días en bici con sus amiguetes y le fue muy práctico.
Lia, mi sobrinita de 3 añitos, tenía el festival de fin de curso y tenía que ir disfrazada de rumbera.
A su mama le habían prestado la faldita blanca, un poco rota, y había que coserla.
Mejor que eso, pense en hacerla nueva y con más colorido.
Así quedo, también le hice el top, unas pulseras para el tobillo y unas para las manitas.
¡¡mi niña estaba preciosa!!!
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| trasera de la falda |
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| delantero de la falda, con su apertura para caminar |
