La primavera pasada, cuando aún iba a clase de costura en la Mercería Homedes, me propuse hacerme una falta tejana corta de unos pantalones que tenía de pata ancha que ya no me ponía. Reciclar, es la palabra que se usa cuando le das una segunda vida a algo, y eso hice.
En esta foto podéis ver como empezó todo…
En los acabados tuvo que ayudarme mi madre porque yo sola no podía cogerme la medida para las últimas rectificaciones.
El pasado julio navegando por intenet encontré estos pantaloncitos adornados con margaritas que me encantaron. Me gustan mucho las margaritas.
Así que pensé que el toque final sería un adorno de este estilo.

Y así quedo, a mi me gusta el resultado.


