Este año paseando con mi sobrina Nuria por Palamos durante la primera semana de mis vacaciones de agosto, acabé comprandome esos zapatones que se llevan tanto este verano. Ella los llevaba en blanco con hebillas laterales y les tocaba un cambio porque los había ido arrastrando medio verano, y yo me los compre en piel color piedra bastante diferentes al típico que llevan todas las jovencitas, pero igual de plataforma. Al principio del verano cuando los veía por la calle puestos en las jovenes pensaba, que horror, parecen Frankesteins, pero luego a fuerza de verlos me acabaron resultando atractivos y apa, me los compre con ella.
Nada más empezar a usarlos ya ví que me bailaban mucho en el pie, o sea que los llevaba arrastrando, como le pasaba a ella con los suyos, y aunque no pesan nada, no me gustaba el hecho de parecer cansada cuando andaba, arrastando los zapatones. Y de esa manera empecé a idear que hacerles para poder usarlos sin ese inconveniente.
Y aquí os pongo un paso a paso por si queréis utilizarlo con algunos vuestros a los que les pase lo mismo que a mi….